viernes, 27 de febrero de 2009

VUELVO A ENTRENAR Y CUANDO TERMINE... A GRANADA

Esta semana se ha iniciado con un acontecimiento que ya muchos consideraban como imposible. Y es que el lunes 23 de Febrero retomé aquella faceta (que quien me conozca sabe que es mi vida) a la que renuncié por una serie de circunstancias que ahora no vienen al caso.

Ese día, marcado por una triste efeméride para nuestra historia democrática, representó el cúlmen de una serie de negociaciones que se prolongaron desde el anterior miércoles y en las que una serie de personitas demostraron con su manera de actuar que la forma de trabajar por la que concibo la práctica de este querido deporte no era la equivocada entonces, y es la que de nuevo va a imperar con mi presencia en la que nunca debió dejar de ser mi casa.

Tengo que agradecer además llegado este punto, a unas (y unos) maravillosas (y maravillosos) atletas y personas el hecho de haber depositado su confianza en mí todo este tiempo, manteniendo con ello esa llama que, afortunadamente, no se ha apagado; sino todo lo contrario: han hecho recuperar todo su explendor durante el mismo y me han hecho dar cuenta que siempre estarán ahí cuando les necesite a la hora de seguir velando por la vigencia de los valores del "genuino", y de los que de forma magistral hacen gala. Gracias a Ángela, Ana, Lidia, Víctor, Israel, Juan, David, Pepe, y en especial, a Blanca.

Y después de los agradecimientos, ahora toca trabajar. Sin embargo, por desgracia, sólo va a ser durante cuatro meses, ya que en la mañana de hoy viernes 27 se ha publicado la resolución sobre la concesión de las becas de movilidad para el curso 2009/2010, y en virtud de la misma se me ha sido concedida plaza en la Universidad de Granada.

No obstante, he de decir que hasta final de temporada me volcaré, como siempre me he caracterizado, en inculcar el amor que siento hacia el atletismo a todas aquellas personas que así lo deseen, quienes siempre tendrán las puertas abiertas de este brillante grupo.